La fotografía es una herramienta de expresión muy
potente para contar historias verdaderamente complejas. Todas las fotografías
cuentan una historia, siempre tienen algo detrás.
Podemos narrar distintos tipos de historia según sean reales (captadas) o
inventadas (ficcionadas):
- La
historia retratada: vemos algo que nos llama la atención y lo
capturamos. Las especialidades que más juegan con esta visión fotográfica
son la fotografía urbana, la de deportes o el fotoperiodismo, entre otras.
En general, tiene más importancia la capacidad de transmitir aquello que
se está viendo que los parámetros técnicos de la fotografía (aunque,
evidentemente, éstos no se deben olvidar.
- La
historia (re)creada: consiste en recrear una historia real o
inventada a través de un escenario y uno o varios sujetos. Las
disciplinas fotográficas que más se sirven de esta visión son la
fotografía de moda, la fotografía macro, etc. Consiste en planear hasta el
más mínimo detalle la fotografía resultante, vigilando que todos los
detalles tengan algún significado y que, por lo tanto, no haya nada
fortuito.
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En la realización de un proyecto fotográfico es indispensable que haya habido una pretensión previa que otorgue
sentido a la suma de imágenes, pues se tarat de conjunto de fotografías con unos fines artísticos y comunicativos determinados.
De esta forma, se consigue que
el conjunto de imágenes haga referencia a ideas o emociones que no sería
posible transmitir mediante una única fotografía. Consiguiéndose un
mensaje global mucho más rico y complejo. Cada fotografía aporta
significado a la suma, y el significado final puede ir incluso más allá
de cada una de las imágenes que lo componen. Se
establece una relación narrativa entre sus imágenes. El significado de
una imagen no se encuentra sólo dentro de sí misma, sino en la relación
que establezca con las demás. Su interpretación queda supeditada, por
tanto, no sólo a las imágenes que hayamos visto antes de ella; ha de
quedar abierta a la espera de las imágenes que puedan venir después.
Por tanto, para
conseguir articular un proyecto es fundamental que haya coherencia
formal en su presentación, coherencia en la estética elegida, y cohesión
en el contenido.
Algunas consideraciones a tener en cuenta en la narrativa fotográfica:
- Acompañar
las fotografías con otros elementos. Puedes darle más dimensión a
la imagen si acompañas las fotografías de algún texto que las ilustre.
También puedes relacionarlas con canciones, vídeos... Si eres capaz de
explicar la historia por más de un medio, el conjunto que realices tendrá
mucha más fuerza.
- Conviértelo
en tu proyecto personal. Puedes intentar crear una verdadera
novela fotográfica que te acompañe durante un tiempo en tu andadura
fotográfica.
- Que
las fotografías que hagas tengan algo en común más allá de la
historia que explican. Puede ser la estética, los encuadres, los
personajes, el procesado. Cualquier cosa sirve. El caso es que se vean
como una serie y no como fotografías sueltas. Eso hará que tu narrativa
tenga más consistencia.
- Que
no haya detalles gratuitos en las imágenes. Es decir, que todo
tenga un sentido o un significado. Puedes servirte de los detalles para
definir a los personajes de tu historia, para adelantar cosas que pasarán
en un futuro, para relacionar acciones con alguna imagen del pasado...
- Que
haya cierto factor humano. Es cierto que puedes crear historias
sin que en ellas aparezcan personas, pero un simple detalle humano (como
puede ser una mano o una sombra) hace que una imagen nos llame mucho más
la atención.
- Que
mires y analices muchas fotografías planteándote la historia que
puede haber detrás de ellas y qué puede haber querido transmitir el
fotógrafo. Analiza hasta el más pequeño detalle.
¿Cómo realizar una
serie de fotografías con una historia que las una?
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Lo primero de todo es hacer una lista de
los elementos que van a aparecer representados. Profundiza bien, defínelos,
te ayudará mucho a elaborar toda la historia sin que ésta tenga incongruencias.
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Después debes crear la historia:
escríbela para que tu narrativa fotográfica tenga un sentido completo y no haya
incongruencias entre las distintas fotografías-capítulos es necesario tener
presente lo que vas a explicar.
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El siguiente paso es empezar a planear
las imágenes que formarán tu historia. ¿De cuántas imágenes estamos
hablando? ¿Qué formato utilizar? Debes tener las imágenes en tu cabeza antes de
tomarlas. También deberás empezar a pensar el escenario en el que tomarás tus
fotos, el ángulo que usarás, el mejor objetivo...
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El tiempo es importante. O sea,
debes organizar muy bien el calendario. ¿Cuándo tomarás las fotos? ¿En qué
orden lo harás? ¿Qué luz te va mejor para cada escenario? Lo ideal sería que,
antes de ir a tomar las fotos, visites tus escenarios para conocer la luz que
hay en cada momento y, así, poder decidir cuando debes ir a tomar las imágenes.
De esta manera, también, podrás controlar que todas las imágenes tengan la
misma luz y, así, sean más una serie que un conjunto de fotos independientes.
Y no olvides que debes de tener siempre muy presente los
aspectos técnicos, estéticos y compositivos de la fotografía aunque tu atención
se centre en contar una historia.
Ejemplos de proyectos fotograficos con coherencia narrativa: