jueves, 14 de febrero de 2013

UNIDAD 8 - El Diario: Día a día


“… ninguna imagen encuentra su sentido y expresión sino está
cuidadosamente compuesta”
La toma fotográfica I. Composición y técnicas.
  • Preparación de la toma
  • Control del equipo
  • La toma fotográfica
  • Nociones de composición.
  • Principios fundamentales:
  • Visualización. Formatos fotográficos. Puntos de vista. Planos de la toma.
  • Elementos compositivos 1. Punto, su ubicación. Línea. Horizontal, Vertical, Diagonal y Curva.
  • Elementos compositivos 2. El plano. Contornos básicos de la forma.
  • Recorrido visual. Vectores de dirección.
  • Simetría/asimetría. Composiciones Simétricas y Asimétricas.
  • Regla de los Tercios. Rectángulo áureo. Regla de los Tercios
  • Cualidades del Sujeto: Luz, contraste, tono, volumen, ritmo, textura, 
  • Tomas en estudio
Preparación de la toma
  • Control del equipo
Disponer de una lista de control del equipo que se tiene en el estudio (de lo que tiene, lo que no y lo que necesita mantener)
Equipo necesario:
  • Cuerpos de cámara
  • Lentes
  • Cargador de batería de la cámara
  • Soportes de luces
  • Bombillas extras (de modelado y de flash)
  • Cables eléctricos y grupos eléctricos (para algunos sistemas de iluminación)
  • Cables de sincronización
  • Flashes
  • Fotómetro
  • Radio o dispositivos de encendido/disparo de infrarrojos y otras herramientas de iluminación automática para los flashes
  • Cajas de luz, reflectores, difusores y otros accesorios de iluminación.
  • Telones de fondo y sus soportes
Accesorios y extras:
  • Artículos de limpieza de cámara y de lentes (paños para las lentes, spray de aire, etc.)
  • Parasoles de lente para evitar el destello de luz
  • Disparador de cámara a distancia
  • Trípode
  • Filtros de lente
  • Preparación en el estudio
El emplazamiento en el que se tomen las fotos debe de estar dedicado exclusivamente a eso: la adquisición de imágenes.
Es importante mantener el área despejada, para poder mover las luces, los trípodes, los accesorios, las piezas y los telones de fondo.
  
La toma fotográfica
  • Ajustes de cámara
Utilizar un modo manual.
Utilización del fotómetro
En el estudio, se mide una escena utilizando luz incidente en lugar de luz reflectante.
La luz reflectante es la luz que se mide apuntando con la cámara o el fotómetro al sujeto, midiendo la exposición.
La cámara apunta al sujeto, lee la luz que se refleja en todas las superficies y configura la exposición media que corresponde a dicha luz.
Una lectura incidente observa la luz desde la perspectiva del sujeto.
Se coloca el fotómetro en varios puntos alrededor de la escena, al lado de la cara o la ropa del sujeto y se mide la luz que brilla sobre dichos elementos.
La luz incidente proporciona una lectura más precisa de la luz, permitiendo configurar la cámara de forma adecuada en el modo manual.
Es interesante en una lectura incidente tomar varias lecturas en distintas ubicaciones, para poder comprobar si hay áreas más oscuras o claras.

  • Medir la luz
Aunque las cámaras SLR tienen integrado un fotómetro bastante sofisticado, es mucho más práctico tener uno de mano.
Además, el fotómetro de la cámara sólo mide la luz reflectante y no la incidental.
Para medir una escena de forma precisa y conseguir una exposición óptima es necesario hacer uso de un fotómetro de mano.
Los fotómetros pueden medir la luz sólo apretando el botón y observando los resultados que consigue, o midiendo la luz que aparece durante un flash.
El fotómetro puede tomar sus medidas cuando ve que el flash se dispara o conectando un cable de sincronización al fotómetro y disparando los flashes pulsando el botón de accionamiento del fotómetro.
Los fotómetros Sekonic:
Su web: www.sekonic.com contiene información interesante sobre técnicas de medición.
  • Equilibrio de blanco e ISO
Los ajustes de equilibrio de blanco y de ISO hacen relación al tipo y la cantidad de luz que entra en la cámara.
Por tanto, son variables. Dependen del entorno al que deben adaptarse.
Todos estos elementos afectan directamente a la calidad de la imagen y a la forma en la que su imagen será usada y editada.
Es una medida de cómo la cámara ve y graba el color basándose en la luz que se refleja en la lente o en el sensor.
Con la tarjeta gris 18%, se toma una fotografía a la tarjeta gris en el sitio donde vamos a hacer la sesión fotográfica, de modo que la tarjeta se encuentre bajo las mismas condiciones de iluminación que los elementos que queremos fotografiar posteriormente.
Ajustamos la cámara a ese color y conseguimos así una exposición perfecta.
Los distintos tipos de luz tienen distintas temperaturas, que tienen distintos colores.
La exposición y la “temperatura” de la luz es uno de los asuntos más desafiantes de explicar y comprender en la fotografía.
De hecho, las cámaras disponen de ajustes para tomar fotografías dentro, fuera, con tiempo soleado, nublado, etc.
Se puede elegir un equilibrio de blanco automático (la cámara interpreta la temperatura de la luz que ve y se ajusta en consecuencia) pero no es una garantía segura.
La iluminación dominantemente oscura enfatiza la oscuridad y las sombras, en lugar de la luz brillante, envolvente.
  • Ajustes ISO
Indica cómo de sensible es la película a la luz.
También se denomina velocidad de película.
Con la cámara digital se puede elegir un ISO diferente para cada imagen.
Este ajuste de la cámara se basa en una ajuste de la cámara.
Un número bajo: 100 ó 200 ISO es para una luz brillante.
Un número alto: 800 ó 1600 es para condiciones de luz baja.
Cuanto más alto es el ISO y más baja es la luz, más granular aparece la imagen (mayor ruido digital)
Es importante configurar el ISO tan bajo como sea posible para garantizar la mejor calidad de la imagen.
La mejor calidad se consigue con los ajustes más bajos.
Pero, si no hay suficiente luz, se tendrá que optar por un ISO más alto.
Si configuras un ISO demasiado bajo en una situación de luz escasa:
  • Mayor abertura
  • Perdida de profundidad de campo
  • Ralentización del tiempo (desenfoque)
  • Utilización del flash
Si estableces un ISO demasiado alto:
  • Sobrexposición de las imágenes
  • Demasiada profundidad de campo
  • Demasiado ruido 
  • Baja calidad
Nociones de composición.
  • Componer
Componer es organizar las formas dentro del espacio visual disponible, con sentido de unidad, de forma que el resultado sea armonioso y estéticamente equilibrado. 
La composición de una imagen sigue unas reglas
Entre dichas normas están las relativas a profundidad o perspectiva, detalle, punto de vista, tamaño y escala, textura, forma y situación. Factores que forman un todo en la foto. No todos tienen que estar presentes en cada fotografía, pero los que participen en cada una concreta, deben hacerlo de manera conjunta.
Componer es crear  
 Componer significa:
Interrelacionar...
Seleccionar...
Estructurar...
Ordenar...
Jerarquizar...
diferentes elementos para construir un significado. 

Principios fundamentales
  • El encuadre
La cámara sólo ve una parte de todo lo que tenemos delante, por lo que debemos acertar a la hora de escoger qué incluimos en la foto y qué despreciamos. 
Pensaremos en la foto como si de un cuadro se tratase, imaginando que el marco nos la delimita. Esto es lo que se denomina encuadre, y junto con otros factores es responsable de la composición de la fotografía.
La elección del encuadre permite la correcta relación de la composición con los extremos de la fotografía.
Determinar el centro de interés resulta un punto de vital importancia. La forma en la que se recorta la fotografía puede alterar el significado o hacer que se acentúe un punto de vista distinto de la misma.
Podemos añadir un elemento extra en una composición, encuadrando el tema principal dentro de una forma del primer plano o del fondo. Un buen procedimiento, es disparar nuestra cámara a través de una ventana o similar, lo que aumenta la profundidad y el equilibrio de la composición, llegando a eliminar detalles innecesarios y cubrir cielos o primeros planos vacíos.
Otra forma o posibilidad, sería colocar el elemento principal en el primer plano de forma que, exponiendo para un fondo mucho más luminoso se forme una silueta. Estos encuadres, suelen exigir unos cuidados de alineación entre un primer plano y el fondo.
Encuadre compuesto: Este tipo de encuadre fotográfico, trata de ilustrar una imagen dentro de otra. Es decir, en la misma composición un elemento se encuadra con otro dentro de la misma fotografía, haciéndola destacar dentro de la misma.
Un elemento es destacado o sobresale.
El encuadre horizontal da la sensación de quietud, tranquilidad o estabilidad. La mirada puede pasearse de un lado a otro, así como penetrar en la imagen en profundidad. Es usado habitualmente en paisajes de ahí viene su denominación de forma apaisada.
El encuadre vertical nos sugiere fuerza, firmeza, la mirada no puede desplazarse en horizontal ni penetra profundamente, el horizontal resaltaría el espacio y el vertical lo magnifica; es el más apropiado normalmente para retratos (entre otras cosas porque los seres humanos somos más altos que anchos).
El encuadre inclinado, no es estrictamente una posición de encuadre, ya que habitualmente la foto se presentará horizontal o vertical, la obtendremos inclinando la cámara. Transmite dinamismo y fuerza y suele utilizarse como recurso ocasional para resaltar estas cualidades en el motivo de la fotografía.
  • Dónde Situar el Horizonte
Para equilibrar la composición fotográfica y enfatizar al sujeto es muy
importante la elección de dónde situar el horizonte. Además, una correcta posición del horizonte favorece la importancia visual de lo que se trata de comunicar.
La primera decisión que se debe tomar en el momento de realizar una fotografía es la posición de la cámara, ¿horizontal o vertical?
El formato horizontal favorece la lectura de izquierda a derecha. Esto produce una sensación de amplitud, de “espacio abierto”, aunque no hay que olvidar introducir algún elemento en primer término que ayude a no perder el sentido de proporción y perspectiva.
Las fotografías verticales ayudan a conseguir un mayor sentido de profundidad. La "lectura" normal de este tipo de formato es desde el primer término hacia atrás y hacia arriba.
Una vez decidido el formato que se va a utilizar, se debe decidir dónde situar el horizonte.
Si lo que se busca es conseguir una proporción que resulte agradable al ojo humano, el horizonte debe situarse a un tercio del borde superior de la fotografía. De este modo se obtendrá un resultado cómodo y bastante armonioso.
Siempre que se rompa con esta proporción se estará intentado (consciente o inconscientemente) crear una imagen más llamativa.

 
Las diagonales que finalizan en el horizonte resultan más agradables y adquieren mayor fuerza cuando van a un punto fuerte.

  • El centro de interés
Antes de realizar una fotografía deberíamos preguntarnos que es lo que pretendemos captar en ella. En cualquier motivo siempre existe un elemento que atrae más intensamente nuestra atención y que constituye el centro de interés, entorno a él, ha de basarse todo intento de composición.
Cuando en una escena hay dos o tres motivos con la misma fuerza que el principal, se establece un competencia entre ellos que genera confusión en el observador y perjudica la fotografía.
La situación, y el tratamiento que demos al centro de interés es, posiblemente, lo más decisivo en la composición fotográfica.
Por lo general, lo más sencillo y efectivo para resaltar su importancia es situarlo en el fotograma conforme a la conocida regla de los tercios.
  • El Recorrido visual. Vectores de dirección.
Mediante el recorrido visual establecemos una serie de relaciones entre los elementos plásticos de la composición. El orden en la lectura de los elementos visuales viene determinado por la propia organización interna de la composición, que define una serie de direcciones visuales.
Los vectores de dirección son vectores imaginarios que se crean en virtud de la relación que se establece entre los elementos de la composición, imponiendo un determinado orden de lectura o recorrido visual.
Por un lado, las direcciones de escena, internas a la composición, estarían creadas por la organización de los elementos plásticos presentes en el interior del encuadre que, a su vez, pueden estar representadas gráficamente (mediante elementos gráficos como la representación del movimiento, la presencia de brazos o dedos que señalan direcciones concretas o la presencia de formas y objetos puntiformes) o inducidas por las miradas de los personajes  presentes en el encuadre.
Por otro lado, las direcciones de lectura, en ocasiones, vienen determinadas por la existencia de los vectores direccionales presentes en la propia composición. También en este caso podemos sentir el peso de la tradición cultural occidental, en la que la lectura se realiza de izquierda a derecha y de arriba abajo.
  • Dónde Colocar el Sujeto
El lugar más común dónde situar el sujeto/objeto es en el centro de la composición. Sin embargo, este tratamiento no siempre resulta adecuado, ya que en muchos casos el sujeto queda minimizado dentro de un contexto que aporta poco al significado de la composición. A pesar de esto, el tratamiento central del sujeto puede estar indicado cuando se pretende resaltar el carácter lineal y geométrico de la composición.
Centrar el motivo es muy adecuado para casos en que predomina la simetría (por ej. edificios), pero a cambio, descentrarlo puede resultar interesante si nos interesa desviar la atención hacia el resto de la foto, resaltar otros elementos de la imagen o crear un efecto visual. 
También suele ser positivo descentrar el motivo cuando éste se encuentra en movimiento, ya que podemos obtener una sensación más dinámica. Por ejemplo, un saltador de longitud podría aparentar "escapársenos" de la foto si lo colocamos más cerca de un extremo.
Una forma clásica de componer una foto consiste en aplicar la regla de los tercios. Se trata de imaginar la composición dividida en tercios verticales o horizontales y hacer coincidir el motivo principal sobre una de las dos líneas divisorias.
Si se divide la escena en tercios, tanto horizontal como verticalmente, se producen cuatro puntos óptimos en los que emplazar el tema.

 
La regla de tres
  • Implica colocar al sujeto dentro de una especie de tablero de tres en raya.
  • El contenido y el sujeto fundamentales de la fotografía no tienen por qué estar en el centro.
  • Y los tercios no tienen que ser siempre perfectamente equitativos.
Casi siempre se podrá dividir la imagen en nueve secciones diferentes, de tres en tres.
Esta división en tres permite que la imagen sea enmarcada dentro de sí misma y que el espectador comprenda cual es el punto y sujeto centrales de la fotografía.
Incluye las partes importantes de la imagen excluyendo información superflua. 
Podremos alcanzar un equilibrio perfecto si compensamos la presencia del motivo principal con uno secundario colocando a éste último en el punto clave diametralmente opuesto al que ocupa el tema principal. En cualquier caso, el motivo secundario no deberá nunca restar protagonismo al principal.
El hecho de colocar el tema descentrado puede resultar un modo de reforzar la expresividad en una fotografía, obligando al ojo a ir directamente al tema y convirtiendo el espacio en una factor de equilibrio compositivo o para dar mayor información sobre el sujeto/objeto en la composición.
En otras ocasiones son las propias fotografías las que "demandan" un espacio (bien a la derecha bien a la izquierda) ya sea porque se trata de fotografías en movimiento o porque se desea reforzar la impresión de soledad o aislamiento.
Lo expuesto anteriormente, no significa que todo objeto deba de ser colocado fuera del centro de la composición, si no que será la propia creatividad del fotógrafo la que determine la situación de éste.
Si una persona o animal se fotografía de perfil, se debe dejar siempre más espacio por delante de su cara que por detrás.
De igual forma, al fotografiar objetos móviles, es muy importante captar los entrando en la foto y nunca saliendo.
El fondo tiene una importancia decisiva a la hora de valorar el punto de interés, y por lo general, nunca debe competir con el motivo principal. Para ello podemos recurrir a un fondo de tonalidad opuesta para resaltar el objeto principal (objetos claros sobre fondos oscuros y viceversa) o, si está en otro plano, podemos simplemente desenfocarlo abriendo para ello el diafragma.
 
 
  •  El ángulo de toma
Lo normal es fotografiar colocado frente al motivo, de pie, con la cámara a nivel de los ojos y con el plano focal perpendicular al suelo. El tema se puede captar así sin distorsiones y de forma clara y descriptiva, pero se obtienen imágenes estandarizadas y poco originales.
Una de las formas de conseguir encuadres originales de temas vulgares, consiste en saltarnos esta norma a la torera y cambiar el punto de vista.
Cuando optamos por un punto de vista elevado (vista de pájaro), podemos excluir la línea del horizonte y utilizar el suelo como fondo. Esto proporciona imágenes muy originales pero, por lo general, el sujeto principal queda poco destacado sobre el fondo y, si se fotografían personas, saldrán con la cabeza enorme y distorsionada.
Si fotografiamos a nivel del suelo y hacia arriba (vista de hormiga), el horizonte e incluso el suelo pueden no aparecer en la foto. El sujeto principal resalta mucho más que en el caso anterior, pero pueden aparecer luces parásitas si se utiliza iluminación cenital.
En retrato destaca demasiado la mandíbula y los agujeros de la nariz, por lo que está totalmente desaconsejado.
Todos los defectos y deformaciones producidas la variar el ángulo de la toma, pueden exagerarse intencionadamente utilizando objetivos de corta distancia focal (gran angulares).
Un motivo puede encuadrarse desde diversos ángulos, acercándose o alejándose de éstos, desde arriba o desde abajo, las proporciones y el fondo modifican la composición.
El sujeto principal de la escena debe mostrar hacia la cámara el lado que nos interesa tomar, el cual puede ser según la intención del fotógrafo, cualquiera de los muchos frentes que tenga.
Debemos buscar el ángulo de incidencia de la luz más pertinente para el concepto que deseamos comunicar, siendo con alguna frecuencia la iluminación más apreciada, la semi-lateral, pero pudiendo ser también cualquier otra.
Los ángulos de toma se dividen en cuatro tipos, según el nivel de altura con respecto al motivo desde el cual se realicen, teniendo cada uno de estos, su connotación particular que debe ser conocida por el fotógrafo, para su utilización consciente.
Toma a nivel
Toma a Nivel es cuando la fotografía se realiza desde el mismo nivel del objeto tomado, ni por encima ni por debajo de él.
Sirve para mostrar o describir algo de manera "natural" u "objetiva".

 
 
Toma en Picado
Es cuando la imagen se toma desde una posición más alta que el objeto fotografiado, de arriba hacia abajo.
Debido a la perspectiva que se produce el motivo, se ve disminuido en tamaño cuando se utilice sobre personas puede connotar en algunos casos poca importancia, debilidad o humillación.
 
Toma en Contrapicado
Es cuando la fotografía se realiza desde un lugar más bajo que el motivo tomado, quedando este más alto que la cámara.
Debido a la perspectiva que se genera, el objeto se aprecia engrandecido visualmente, puede en algunos casos connotar enaltecimiento, importancia o poder.
 
Toma en Cenital
Es cuando la imagen se toma en un ángulo totalmente de arriba hacia abajo, en posición perpendicular con respecto al suelo, es decir, lo más extremo posible de una toma en picado.
Produce una gráfica sin perspectiva, que puede ser muy descriptiva si se aplica a objetos pequeños, e inusual e interesante si se usa con elementos grandes.
 
 
 
  •  Fondo de la fotografía
Además del motivo principal, hay un área más o menos extensa alrededor de él de la que podremos sacar provecho o, por lo menos, a la que tendremos que vigilar para evitar que altere el resultado.
El fondo puede ayudarnos, por ejemplo, a que la fotografía resulte más impactante o a que por sí sola nos cuente una historia.
También puede que nos resulte necesario disponer del fondo como un elemento neutro, que no aporte nada para no restar importancia al motivo principal pero tampoco nos lo estropee.
En tal caso, habremos de elegir adecuadamente el fondo o, si no podemos prescindir de él, hacerle perder interés intencionadamente a base de aislar el tema con un objetivo que nos lo enfoque de forma selectiva.
El uso adecuado de la profundidad de campo y de los distintos objetivos nos proporcionará múltiples posibilidades en este terreno.
  • Composición simétrica
Muchos de los temas que se fotografían habitualmente tienen uno o varios planos de simetría. Personas, animales, objetos, incluso la línea del horizonte pueden actuar en tal sentido.
La imagen resulta agradable si los motivos situados a ambos lados del eje de simetría tienen el mismo "peso visual" .
La composición simétrica es sencilla, solemne y formal; pero fría y demasiado mecánica.
Simetría en el mundo orgánico.
La creación de un diseño simétrico, nos transmite una sensación de orden.
 
 
 
  •  Composición asimétrica
Cuando al dividir una composición en dos partes iguales, no existen las mismas dimensiones en tamaño, color, peso etc, pero existe un equilibrio entre dos elementos.
Al ser desiguales los pesos a un lado y otro del eje, el efecto es variado.
La asimetría, nos transmite agitación, tensión, dinamismo, alegría y vitalidad; en este tipo de equilibrio una masa grande cerca del centro se equilibra por otra pequeña alejada de aquel.
  • Planos de la toma
Establecen una relación espacial entre el sujeto y su entorno.
Se clasifican en:
Gran Plano General
Plano General o Plano Conjunto
Plano entero
Plano de ¾ o Plano americano
Plano medio
Primer Plano
Plano "close-up" o primerísimo plano
Plano detalle

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

Iniciación en el apasionante mundo del Foto-Reportaje

Actividad:
  1. Realiza  un reportaje fotográfico siguiendo todas las consideraciones de la toma fotográfica (sobre técnica y composición) expuestas en esta unidad.
El ejercicio constara de los siguientes pasos:
  • Tres carretes fotográficos en blanco y negro de 24/36 exposiciones cada uno (uno de ellos al menos debe ser de 400 ISO)
  • El tema del ejercicio es reflejar aquellos aspectos que consideréis más relevantes, interesantes, aburridos, … aquello que consideréis de interés fotográfico y que queráis mostrar sobre vuestra vida diaria.
  • Deberéis tener muy presentes los conocimientos adquiridos sobre composición: encuadres, angulación,… y, sobre todo, prestar atención a la luz, pensar muy bien dónde y cómo estáis midiendo para realizar la exposición. 
  • Se positivaran de 15 a 20 imágenes seleccionadas. 
  • Todas las imágenes junto con el negativo y las hojas de contactos se entregaran con su correspondiente memoria, debidamente presentados.
Se valoraran aspectos como:
  • Aspectos compositivos y de iluminación
  • Correcto procesado de negativos y positivos
  • Creatividad y originalidad
  • Obtención de resultados
  • Investigación y profundización en el tema
  • Uso de equipos, materiales y herramientas
  • Presentación
Bibliografía:
El lenguaje fotográfico, Joan Costa
Fotografía básica, M. Langford
El libro de la fotografía,  Alejandro Pradera
La sintaxis de la imagen, D.A. Dondis
Sobre la fotografía, Susan Sontag
Principios de teoría general de la imagen, J. Villafañe y N. Mínguez
La interacción del color, Josef Albers

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