Iluminar
la cara de un modelo es el primer reto que afrontan muchos fotógrafos,
especialmente los especializados en moda y retrato. Una cara mal iluminada
puede ser la clave para una fotografía fallida, y muchas veces es algo a lo que
no se presta la atención que merece.
Existen
gran cantidad de indicativos en el posado, en la expresión y en la silueta de
un cuerpo humano que proporcionan una cantidad enorme de información al
observador. Pasarlos por alto es más que un simple error: es garantía de una
fotografía fallida, o al menos, de una fotografía distinta a lo que buscábamos.
Especialmente en la cara, se concentran la mayoría de los indicativos visuales que nos dan información sobre un modelo en una fotografía. Por supuesto, no sólo hablamos de las características físicas propias del modelo, si no también de su expresión, su actitud, volúmenes tridimensionales y proporciones morfológicas. Toda esta información puede someterse a nuestro control: Aplicando inteligentemente la técnica de iluminación para caras, podremos trabajar a conciencia los volúmenes, las líneas, las texturas o los contrastes de claro-oscuro, y moldear a nuestro gusto, con no poco margen de operación, muchos de los factores que otorgarán la expresión y comunicación deseada a un rostro.
Especialmente en la cara, se concentran la mayoría de los indicativos visuales que nos dan información sobre un modelo en una fotografía. Por supuesto, no sólo hablamos de las características físicas propias del modelo, si no también de su expresión, su actitud, volúmenes tridimensionales y proporciones morfológicas. Toda esta información puede someterse a nuestro control: Aplicando inteligentemente la técnica de iluminación para caras, podremos trabajar a conciencia los volúmenes, las líneas, las texturas o los contrastes de claro-oscuro, y moldear a nuestro gusto, con no poco margen de operación, muchos de los factores que otorgarán la expresión y comunicación deseada a un rostro.
Iluminación totalmente
frontal
Elimina casi totalmente las sombras que de otro modo permitirían moldear los volúmenes del rostro.
Iluminación frontal elevada
Aparecen las sombras de las cejas, la nariz y el cuello. Además, cuando el rostro del modelo posee volumen en los pómulos, éstos también proyectan sombra.
Iluminación lateral central
Desaparece la simetría del rostro.
Una mitad del rostro se hunde en la sombra. Si el fondo tras el rostro es también oscuro, perdemos la percepción de la anchura real de éste, por lo que se convierte en un recurso común para adelgazar el rostro.
Iluminación lateral elevada
Conservamos los puntos positivos del esquema anterior, y solventamos los negativos.
Se mantiene la pérdida de referencia del ancho real del rostro.
Se crea una línea definida bajo la mejilla opuesta que enfatiza el perfil y la prominencia del pómulo.
Se crea una estructura sencilla de sombras y líneas de claro-oscuro agradables, a las que nuestra mirada está acostumbrada, y que al mismo tiempo nos entrega gran cantidad de información expresiva.
Partiendo de la iluminación anterior, añadimos un segundo punto de luz con el propósito de suavizar las sombras proyectadas por la luz principal.
Obtenemos detalle tras las sombras que proyectaba la luz principal, pero manteniendo la estructura de sombras.
Perdemos en gran medida el efecto que nos proporcionaba la pérdida de percepción del ancho real del rostro.
Se corresponde en gran medida al esquema de luces que observamos a menudo en la vida real gracias a la iluminación natural.
Contraluz
Conservando el esquema de una luz principal lateral y elevada, añadimos un efecto de contraluz contrario al ángulo de la luz principal.
Definimos notablemente el perfil que quedaba oculto tras las sombras de la luz principal, marcando fuertemente la percepción de la anchura real del rostro.
A menudo utilizado para marcar la prominencia de la mandíbula, que en muchas ocasiones se comporta como un indicativo de masculinidad y rudeza, y en otras ocasiones puede resaltar un perfil estilizado cuando la silueta de la mandíbula del modelo lo facilite.
Se crea un gran impacto tridimensional, gracias a la definición que otorgan los numerosos contrastes de claro-oscuro.
Dependiendo del efecto final que deseemos obtener, daremos a esta luz secundaria una intensidad u otra. Un buen punto de partida es comenzar con una intensidad un diafragma superior a la luz principal.
Dependiendo del alcance que deseemos para la línea del contraluz o del cabello del modelo, elevaremos o bajaremos el ángulo de ataque de esta luz secundaria.
Podemos utilizar este tipo de iluminación de contraluz aplicando su efecto deliberadamente en el cabello: Si el cabello es liso y brillante, se creará una línea similar. Si es seco , con volumen o cardado, el cabello parecerá iluminarse desde dentro. En ambos casos, el efecto será mayor cuanto más rubio sea el tono del cabello.
Podemos utilizar este tipo de iluminación de contraluz aplicando su efecto deliberadamente en el cabello: Si el cabello es liso y brillante, se creará una línea similar. Si es seco , con volumen o cardado, el cabello parecerá iluminarse desde dentro. En ambos casos, el efecto será mayor cuanto más rubio sea el tono del cabello.
Juntamos en un sólo esquema de luz los tres componentes comentados anteriormente
- Luz principal lateral elevada.
- Luz de relleno
- Contraluz
Iluminación de fondo circular
Especialmente si el fondo es negro, esta luz de efecto añadida perfilará la silueta global del rostro.
Ubicará el rostro o el modelo en un plano tridimensional separado del fondo.
Dirigirá la atención del observador hacia el punto de luz.
Iluminación de fondo degradado
Del mismo modo que en el esquema anterior, pero con la intención de crear una gradación tonal en el fondo.
Podremos regular la intensidad del degradado y su alcance acercando más o menos la fuente de luz al fondo.
Iluminación completa
Luz principal lateral elevada.
Contraluz.
Luz de fondo degradado.
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