miércoles, 10 de abril de 2013

INFORMACIÓN COMPLEMENTARIA: Ampliación II

  • El papel de contraste variable. Tipos.
  • Defectos del negativo.
  • Retoque de copias: problemas de manchas en negativos, causas y soluciones. El lavado, el secado y el enfundado. Problemas de manchas en las copias, causas y soluciones. Productos.
EL PAPEL. TIPOS.
A.-EN FUNCIÓN DE LA ESTRUCTURA DEL PAPEL existen dos tipos distintos:



1.- El clásico baritado,


que es el más utilizado en fotografía artística, está formado por una capa protectora de gelatina bajo la que se dispone la clásica emulsión de cristales de halogenuros de plata. Entre ella y el papel existe una fina capa de barita (sulfato de bario) que proporciona una gran blancura y estabilidad a la imagen.
El soporte de papel que se utiliza en este tipo es de extraordinaria calidad y pureza y no tiene ningún recubrimiento posterior. Su ventaja radica en que, si el lavado final ha sido correcto (casi una hora), la imagen tiene asegurada una vida superior a la de los plastificados y además la gama de grises que ofrece es mucho mayor.
2.- El papel plastificado o PE o RC, es similar al anterior pero carece de la capa de barita y el sustrato de papel está recubierto por ambas caras de un capa impermeable de resina.
Este tipo se revela en un tiempo mucho más corto debido a que la resina impide que penetren los reactivos entre las fibras de celulosa del papel, con lo que el lavado, por ejemplo, se completa en menos de cinco minutos y además puede secarse sin esmaltadora dando una superficie muy brillante.
La estructura de estos dos tipos de papel determina algunas diferencias en el método de revelado.
B.- EN FUNCIÓN DE SU SENSIBILIDAD ESPECTRAL se dispone de papeles:
1.- No cromatizados:
Son las clásicas emulsiones de Cloruro de Plata. Como son sensibles sólo hasta el azul pueden usarse con gran variedad de luces de seguridad (amarillas, naranjas, rojas).
2.- Ortocromáticos:
Son emulsiones más rápidas y modernas a base de Bromuro de plata. Resultan afectadas por radiaciones azules y verdes. Con estos papeles son inactínica sólo las luces rojas y naranjas.
3.- Pancromáticos:
Son sensibles a todas las longitudes de onda, por lo que deben manipularse en completa oscuridad o con lámparas especiales de vapor de sodio. Se emplean para conseguir fotos en blanco y negro a partir de negativos en color.
4.- De contraste variable:
Son papeles ortocromáticos que incorporan dos capas en su emulsión: una de alto contraste sensible al violeta y al azul, y otra de bajo contraste sensible además al verde y algo al amarillo. De esta manera, con un sólo tipo de papel y utilizando en la ampliadora el filtro adecuado, podemos variar el contraste sin tener que recurrir a varias cajas de distintas durezas.

 
Introduciendo filtros en el cajetín de la ampliadora en blanco y negro podemos modificar el contraste. De esta manera, para suavizar el contraste, emplearíamos filtros amarillos con densidad creciente. De igual forma, podemos aumentar el contraste empleando filtros magentas de densidad creciente.
Los de contraste fijo se fabrican con sustancias incorporadas en la emulsión que determinan el grado de contraste. Cada marca tiene su escala con 3, 5 ó más tipos distintos. Los de menor contraste tienen los números más bajos.
Los negativos muy contrastados se corrigen positivándolos en papel suave y los de bajo contraste en papel duro. Con los grados intermedios adaptamos el contraste a nuestro gusto.
DEFECTOS DEL NEGATIVO

Para examinar un negativo lo ideal es hacerlo con una lupa sobre un fondo blanco iluminado. Son muchos los aspectos bajo los que se puede juzgar un negativo, así que, aunque pueden darse varios simultáneamente, vamos a verlos cada uno según el momento en que se producen y las posibilidades, si las hay, de ser corregidos.
Conviene aclarar de antemano que cuando nos referimos a luces o a sombras lo hacemos con respecto a las existentes en la escena o en la copia y no en el negativo.
CARACTERÍSTICAS DE UN BUEN NEGATIVO:
La calidad de un negativo se evalúa en términos de densidad (transparencia y contraste) y éstos dependen del nivel de exposición y de la intensidad del revelado.
  • En general, se considera un buen negativo aquel que posee un nivel de contraste ligeramente bajo y mucho detalle.
  • Las altas luces tienen que ser muy oscuras en el negativo, pero conservando en ellas algún detalle.
  • Las sombras más densas de la imagen tiene que ser casi transparentes pero también con cierto detalle.
  • La gama de grises ha de ser lo más amplia posible para conseguir el mayor volumen y detalle en la escena.
  • Si observamos la película con lupa, los detalles más pequeños han de distinguirse perfectamente, sin emborronamientos ni excesiva granulosidad.
  • Generalmente la numeración del margen, que ha sido velada durante su fabricación, resulta oscura y densa.
  • Un buen negativo, positivado sobre papel de contraste normal, proporciona siempre una copia excelente.
  1. ERRORES DURANTE LA TOMA:
1. SUBEXPOSICIÓN:
Al igual que ocurre con el subrevelado, da lugar a negativos demasiado transparentes, pero en este caso no hay detalles en las sombras y además la numeración de los márgenes resulta perfectamente visible.
Al positivarlos dan detalle sólo en las partes más iluminadas de la escena y el resto resulta totalmente negro.
Si puede repetirse la toma, tendremos que aumentar la exposición abriendo el diafragma o utilizando una velocidad más lenta.
Si el negativo está ya impresionado y sospechamos que está subexpuesto (posiblemente por haber ajustado el fotómetro de la cámara a una sensibilidad de película mayor que la real), podemos salvarlo aumentando proporcionalmente el tiempo de revelado. Esta técnica, conocida como forzado, aumenta el contraste y el efecto de grano.
Si el error lo descubrimos tras revelar el negativo, poco puede hacerse para obtener una buena copia, lo mejor será oscurecerla al positivar para que al menos se reproduzcan bien los tonos medios y las altas luces.
2. SOBREEXPOSICIÓN:
La sobreexposición da lugar a negativos muy oscuros y densos y con menor contraste que los sobrerevelados.
Existe detalle en las sombras, pero no así en las luces que resultan sin detalle al corresponderse con zonas del negativo demasiado densas. La numeración del margen se lee también perfectamente.
Si no se puede repetir la toma disminuyendo el tiempo de exposición, puede arreglarse acortando el tiempo de revelado, aunque esto, puede disminuir excesivamente el contraste.
Un negativo sobreexpuesto y revelado normalmente queda demasiado denso aunque puede corregirse, en último caso, eliminando algo de plata con un compuesto a base de permanganato, llamado reductor de Farmer, pero con un aumento de la granulosidad general.
También puede mejorarse si lo positivamos sobre papel duro.
Un negativo soporta mejor un error de sobreexposición que de subexposición. En cualquier caso, si el error de exposición excede 1 diafragma y medio, poco puede hacerse para salvar la imagen.

B.   ERRORES DURANTE EL REVELADO:




1. SUBREVELADO:

Estos negativos se conocen en seguida por que son muy claros y con poquísimo contraste.
A diferencia de los subexpuestos, las luces aparecen más débiles y grises y el negativo carece de negros profundos; las sombras conservan más detalle y además la numeración de los márgenes es muy débil o no aparece.
Los motivos pueden ser: un revelador agotado, demasiado diluido o a temperatura demasiado baja; aunque lo más corriente es que el revelado haya sido demasiado corto.
Existen tratamientos químicos de intensificación de imagen, pero lo más sencillo es solucionarlo positivando sobre papel muy duro para aumentar el contraste.
2.    SOBREREVELADO:
Si observamos que el negativo está excesivamente denso y contrastado es que el revelado ha sido demasiado intenso.
Las sombras contienen buen detalle pero las luces son tan densas que se empastan y no transparentan ningún detalle. La copia final tiene un contraste excesivo con luces blancas y vacías.
La numeración del margen resulta demasiado negra y el nivel de velo y el grano general de la película resulta demasiado patente.

Sus causas habrá que buscarlas en un excesivo tiempo de revelado o en un revelador demasiado caliente o concentrado.
Puede mejorarse con un reductor químico o copiándolas sobre papel extrasuave.


Un negativo soporta mejor el sobrerevelado que el subrevelado, aunque con un aumento exagerado del grano.
Si nos fijamos un poco en los efectos que sobre la imagen producen los errores de exposición o revelado, podremos extraer las siguientes conclusiones:
  • La exposición determina el intervalo tonal que aparecerá en el negativo.
  • El revelado actúa intensificando los cúmulos de plata y por tanto aumentando el grano y elevando el contraste.
Un buen fotógrafo sabe aprovecharse de esto para modificar una imagen. En fotografía artística el fotógrafo trata por lo general de conseguir la mayor gama de grises posible, junto con un gran detalle y poco grano.



Esto se consigue sobreexponiendo ligeramente la película y acortando un poco el tiempo de revelado. Para describir esto, en fotografía se utiliza mucho la siguiente expresión "EXPONER PARA LAS SOMBRAS Y REVELAR PARA LAS LUCES".


Medir la exposición en las zonas de sombra equivale a sobreexponer sobre la lectura general de la escena que nos da del fotómetro. En este paso podemos además desplazar el intervalo tonal hacia las luces o hacia las sombras, dependiendo de dónde queramos obtener el máximo detalle. Revelar para las luces significa hacerlo en función de las zonas que han recibido más luz y por tanto equivale a subrevelar y bajar el contraste. De esta manera podemos conseguir fotos con un gran intervalo tonal y un contraste adecuado y mantener el grano a un nivel mínimo.
De igual forma, al fotografiar escenas de bajo contraste, como las efectuadas en condiciones de luz muy difusa, podemos aumentar el contraste general subexponiendo un poco y alargando el revelado.
Para dominar estas técnicas y conseguir resultados reproducibles es necesario acumular experiencia a base de anotar siempre todos los datos: sensibilidad utilizada, dilución, temperatura y tiempo, junto con corto comentario o mejor aún, una muestra de la película. El dominio sobre cada factor se consigue no modificando más que un parámetro cada vez.
C. OTROS ERRORES MUY COMUNES
1. Un sólo fotograma muy negro con los bordes borrosos y situado al comienzo de la película:
Esto es señal de que se enganchó mal la lengüeta al carrete receptor, y al no avanzar, todas las fotos se han sobreimpresionado juntas y el resto está virgen.
2. Fotogramas mezclados a lo largo de toda la película:
Se ha utilizado dos veces el mismo negativo con la consiguiente sobreimpresión de imágenes.


3. Película en blanco sin numeración en el borde:
Ha habido confusión de líquidos al revelar. Posiblemente se ha usado el paro o el fijador antes que el revelador.
4. Película en blanco con numeración en los bordes:
Hemos revelado por error una película virgen.


5. Película totalmente negra:
Se ha velado al descargar la cámara sin rebobinar previamente, al cargar el tanque o antes del revelado.
6. Tono gris oscuro:
Con velo en la mayor parte de la película y muchas veces con siluetas de perforaciones. El velado ha sido muy débil y ha ocurrido en la cámara o antes del revelado. Si la mancha es pequeña y partiendo de un borde se repite rítmicamente, suele ser a causa de un defecto del chasis que filtra luz.



7. Tono gris oscuro, pero con los fotogramas rodeados por una fina línea blanca: la película ha recibido algo de luz durante el revelado, posiblemente por haber cerrado mal el tanque. La numeración de los bordes es muy contrastada debido a una solarización parcial.
8. Bandas blancas que parten de las perforaciones:
Si además presenta un nivel de velo excesivo y poco contraste en toda la película, es señal de que el revelador estaba agotado.


9. Manchas claras:
El revelador no ha podido llegar a esa zona debido a que las espirales estaban mal cargadas y la película hacía contacto entre dos vueltas contiguas. Si existen además manchas en forma de media luna o de uña, es que la hemos doblado al forzarla a penetrar en la espiral.
10. Desigualdad de tono longitudinal: el revelador no cubría por completo las espirales por haber utilizado una cantidad inadecuada. Revelando por agitación, sólo aparece la mitad de cada fotograma. Si se ha revelado invirtiendo el tanque, aparecen las dos partes pero una de ellas mucho más débil, la que estaba más arriba al revelar.


11. Bandas blancas que parten de las perforaciones, pero con un nivel de velo normal:
La agitación ha sido demasiado intensa y el revelador ha sufrido excesivas turbulencias la pasar por las perforaciones, con la consiguiente desigualdad en el revelado.
12. Velo dicroico: la película aparece ligeramente velada y al observarse al trasluz aparece opalina en vez de transparente. Con luz reflejada su aspecto es lechoso. El tiempo de fijado ha sido demasiado corto o el fijador estaba agotado. Puede salvarse la película volviendo a repetir el fijado y el lavado.


13. Manchas circulares con reborde negro: son residuos de gotas de agua la secarse. Si están por el lado del soporte pueden eliminarse repitiendo el lavado y humectado. En la cara de la emulsión son muy difíciles de quitar.
14. Rayas blancas y finas a lo largo de toda la película: se producen generalmente por arañazos contra el fieltro del chasis sucio, al discurrir por el interior de la cámara, o al pasar los dedos o las pinzas de secado.

15. Manchas negras y pequeñas de forma arborescente: velo causado por chispas de electricidad estática; se producen generalmente al rebobinar demasiado rápido en ambientes muy secos.
16. Imagen reticulada: la imagen aparece muy granulosa y recorrida por grietas como el barro seco. La película ha sufrido un cambio brusco de temperatura durante el proceso de revelado, por no estar todos los líquidos a la misma temperatura. A veces se emplea como efecto artístico.


DEFECTOS DE LA COPIA
La copia resultante de un negativo correcto debe juzgarse bajo los siguientes aspectos:


DENSIDAD GENERAL:


Es lo primero que destaca al observarse. La copia puede estar en general demasiado clara o demasiado oscura.


En las excesivamente oscuras suele ser a consecuencia de una exposición excesiva en la ampliadora o, más raramente, de un sobrerevelado al superar en mucho el tiempo recomendado. Pueden también oscurecer la copia: un revelador contaminado o demasiado caliente, papeles demasiado viejos, o incluso una luz de seguridad inadecuada, puede velar y oscurecer la copia.
Las copias claras o tenues, son producto generalmente de una subexposición; el subrevelado, por sacar la copia sin haberse revelado a fondo, suele ser también una causa muy común. Pueden además producirse copias claras debido a una revelador agotado o demasiado frío. También ocurre si por despiste hemos colocado al revés el papel en la ampliadora.

En ocasiones suele buscarse intencionadamente copias dominantemente claras (High-Key) u obscuras (Low-Key) al igual que las que realizamos con la cámara, de esta forma con el positivado se consigue un nivel más de control sobre la imagen.
CONTRASTE Y GRADACIÓN TONAL:
Consideramos muy contrastada a aquella copia con pocos tonos de gris y blancos y negros intensos.
Son bastantes los factores que afectan al contraste, los principales son:
Durante la toma:
l  A causa de una iluminación inadecuada.
l  Por la sensibilidad de la película usada (mayor ASA = menor contraste)
l  Color de la escena y filtros utilizados
Durante el revelado:
l  Tipo de revelador y su dilución (mayor dilución = menor contraste)
l  Tiempo de revelado, Temperatura y agitación.
Durante el positivado:
l  Grado del papel utilizado.
l  Tipo de ampliadora (de condensadores = mayor contraste que de difusores)
l  Uso de filtros en la ampliadora (más amarillo: menor contraste; más magenta = mayor contraste)
l  Duración del revelado y tipo de revelador.
GRANULARIDAD:
Con negativos de 35 mm., la mayor parte de las veces esa causa del grano del negativo; ya sea por su sensibilidad como por el tiempo de revelado. En estos casos no conviene ampliar mucho la imagen, a no ser que se busque la granulación con fines artísticos.
NIVEL DE VELO:
El oscurecimiento de las zonas blancas puede ser producido por un papel demasiado viejo, revelador agotado, a un velado parcial debido filtraciones de luz o a una iluminación de seguridad inadecuada.
NITIDEZ:



Un objetivo sucio con huellas o un condensador con polvo suelen ser causa de pérdida de nitidez. Asimismo, vibraciones durante la exposición, o desplazamiento de la hoja o del marginador, causan imágenes múltiples y borrosas.
SUCIEDAD Y DETERIORO DEL NEGATIVO O DEL PAPEL:


Si ocurre a causa de polvo en el negativo, puede repetirse la copia limpiándolo antes con un pincel. También puede recurrirse al retoque en último extremo, con lápices afilados, barnices, etc.
El retoque se hacía corrientemente hasta hace poco, tanto para disimular defectos del negativo como para idealizar o modificar una escena pero, el triunfo del pequeño formato y las tendencias del hiperrealismo en el cine, ha traído consigo la desaparición del retoque en su concepción inicial (retratos), excepto en fotografía artística y publicitaria, donde actualmente, gracias a la aplicación de herramientas informáticas, puede conseguirse un control total sobre la imagen, color, fondos, etc.
LA COPIA FINAL. CONTROL LOCAL DE LA IMAGEN
Incluso cuando se llega a una copia correcta, la imagen puede no ser totalmente de nuestro gusto debido quizá al excesivo contraste luminoso de la escena, que resulta imposible de recoger la copia, debido a la excesiva gama de grises necesaria y las limitaciones que impone el negativo.
En estos casos se recurre a dos técnicas muy conocidas por el fotógrafo: los tapados o apantallados y el positivado por puntos o quemado. Ambas se basan en modificar el tiempo de exposición en las zonas demasiado claras u oscuras, es decir en el CONTROL LOCAL DE LA DENSIDAD
Los TAPADOS se utilizan para reducir el tiempo de exposición en las sombras y sacar algún detalle en las zonas más claras del negativo.
Las pantallas se realizan recortando siluetas en cartulina menores que la zona a tapar. La cartulina se mantiene separada del papel durante la exposición sujeta con un alambre y en continuo movimiento para difuminar sus bordes. Puede utilizarse tanto para aclarar una pequeña zona como para hacer desaparecer un cielo completo.

Los QUEMADOS se hacen, por ejemplo, para oscurecer las zonas demasiado blancas de la copia correspondientes a partes del negativo demasiado densas (en las luces es más fácil sacar detalles). En general, se utilizan tanto para oscurecer zonas demasiado blancas y sacar en ellas detalles, como para añadir varias imágenes en zonas de otro fotograma previamente apantalladas.
Estas dos técnicas son la base de la mayor parte de los trucajes fotográficos de mezclas de imagines. Es muy corriente sustituir los cielos en las fotos de paisajes.
Con la aparición del papel de contraste variable, las técnicas anteriores crearon también la posibilidad del CONTROL LOCAL DEL CONTRASTE. En la práctica esto resulta muy útil para equilibrar la gama de grises entre dos zonas distintas de la escena.
Inclinando el cabezal de la ampliadora o de la superficie de proyección, puede DISTORSIONARSE la escena a voluntad, esto se aprovecha sobre todo para corregir la fuga de líneas en fotografía de arquitectura, de forma similar a como se hace con los respaldos en una cámara de estudio. (Imag. Empire State Building)
La realización de ORLAS, VIÑETAS Y MARCOS durante el positivado, están basadas en técnicas de tapados y quemados y pueden realzar ciertos temas aburridos. (Imag. chica)

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